viernes, 14 de junio de 2019

Mi padre, amable y sereno


AnaMaría Tovar
Mi papá me crió hasta los tres años, luego viví con mi madre mis hermanitas pequeñitas como yo y mi padrastro, a mi padre lo veía poco y lo confundía con mis tíos (sus hermanos) muy guapos como El, con su bigote a lo mejicano.

Los días del padre lo pasábamos con mi mamá y mi padrastro, mi papá vivía en provincia, pero uno de esos días llegó, mas sólo alcancé a ver su rostro desencajado y nos fuímos alejándonos en aquel auto.
Seguían sus visitas, como siempre lo hacía en aquella esquina entre plantas y jardines donde abrazándonos repetía "las quiero mucho"

Fuimos creciendo se hacían mas continuas sus visitas y sus regalitos, muñecas, bicicletas, pelotas, nos llevaba a los juegos, donde mi abuela, su mamá, comíamos riquísimo, sobre todo los postres , el dichoso sanguito, con bolitas chiquitas de caramelo. 

Y conociendo y reconociendo primos(as), tíos(as) políticos, en aquella casona del centro de la Lima antigua, donde cada vez que íbamos, yo subía al altillo, donde el hermano de mi papi, tenía su taller de pintura, el era estudiante de Bellas Artes y me encantaba ver sus pinturas, su musa era una rubia bonita,su novia; la francesa Fracoise el siempre la pintaba.

Mi padre fue buen consejero, muy cariñoso con nosotras, somos tres, sólo mujeres y el era feliz presentándonos a todos y decía "mis bebes", nos construyó un sube y baja, de fierro macizo y un columpio, famosos en mi quinta, pues todos los niños los disfrutábamos a mil, hiciste muy feliz las vacaciones de muchos niños, papi , gracias!

Solo llegaste hasta los 59 años, una terrible enfermedad te arrebató de nuestras manos, cuando ya más independientes te visitábamos ahora nosotras, y disfrutábamos tanto de nuestras tertulias en Los Huérfanos, tomando cafecito y los mixtos o sus cachitos de manteca tradicionales; o en la casona de Azángaro preparando tu saltado de huachalomo, que hasta el día de hoy lo cocino en tu nombre.

Tal vez no me diste mucho, como el mundo calificaría, pero me diste todo lo que tenías, te llevo en mi corazón, con letras amables y serenas, como fuiste tu, padre querido.